lunes, 26 de octubre de 2015

Ojalá fuera tan sencillo... Ojalá pudiéramos tener la libertad de hacer siempre lo que queremos y permitir que nuestros hijos cumplieran siempre sus sueños, pero sería un acto tan irresponsable como cortarles las alas para que puedan decidir que hacer con todo su tiempo libre.
Acabo de ver el corto "Bailemos". Me encantó. Una niña quiere ir a clase de baile y su padre le explica que no puede, que debe estudiar y hacer actividades que le aseguren un futuro mejor: un trabajo, bastante dinero, una jubilación... Realidades tan lejanas para una niña de 5 años que mira a su padre como si fuera un extraterrestre. Pero a esa edad, su padre es Dios y su palabra es la verdad, por lo que lo acepta. El padre se da cuenta de que el esfuerzo y el estudio no aseguran nada y el corto acaba con los dos bailando, entre frases " el dinero resuelve situaciones pero no da sentido a tu vida" "Hacer cosas que te apasionan puede abrirte una puerta" " Si tu vida no te permite cada día jugar, bailar, vivir.. cambia de vida".... Y son aplastantemente ciertas, y ojalá fueran siempre posibles.
Porque no lo son. Todos tenemos días llenos de obligaciones que nos apartan de lo que imaginábamos que sería nuestra vida, pero son actividades necesarias para conseguir otras metas.
Sería mucho más fácil dejar que nuestros hijos cumplieran sus deseos siempre, sin obligaciones, sin esfuerzo, sin estudio... Yo lo que deseo para mis hijos es que hagan lo que hagan, sean felices.Y seguramente para que puedan cumplir sus sueños, necesitarán hacer cosas que no les gustan. Con eso no se asegurarán nada, porque no es una ciencia exacta y no siempre el esfuerzo recibe su recompensa pero tengo la esperanza de que algún día así sea.
Ojalá
 
 

lunes, 2 de abril de 2012

MENTRAS EU ESTEA


Mentres eu estea
non habitarás no olvido, non haberá silencio.
O ruxido do noso mar
atronará como chocos nunha noite de Entroido,
e as lembranzas das risas botadas,
dos corpos cansos por ter sido,
salpicarannos, e coa súa humidade
espantarei esta atroz mágoa por tertes ido.

As veces sairá o sol á mañá ben cedo
e suspendido na súa calor
semellará que poderei tocarte,
escoitarei coma co vento chega
o son da túa voz
e non estarás máis ausente.

Soñarei que non haberá máis noites
que as plenas,
aquelas cálidas do verán
cando andabamos á busca de soños,
loitando polos días que aínda non sabiamos que escapaban.
E alí, nos ríos de cando nenos,
a fría auga das cascadas murmurara
o teu nome e volverás ser.

Alimentado polo miñas lembranzas
serás de novo mar
batendo contra o meu corazón,
serás  risa que brota a barballadas.
E serei de novo un ser completo
no medio deste universo que cala,
que parece non querer ver 
o negro silencio sen a túa voz,
a miña pena infinita polo teu abandono.



viernes, 25 de noviembre de 2011

Sol de otoño, frío de invierno

Ahora que los escaparates se llenan de nieve y dorado, del rojo de Papa Noel y de sabores navideños. Cuando comienzan las compras de detalles que no necesitamos y de juguetes que en meses pasarán al olvido. Mientras gasto un dinero que aún tengo, miro al exterior y luce un sol engañoso, un sol del próximo invierno que se avecina. Este sol nos alegra y el día luce luminoso, pero cuando estamos un poco de tiempo en el exterior se nota que no calienta como él de antes, y al final cogemos frío, el mismo frío que nos atenaza al intentar averiguar que recortes se avecinan. Esta vez todos esperamos no ser los elegidos. Los funcionarios nos conformamos con una injusta congelación, los parados con que los subsidios no se toquen, el Estado de bienestar con recordar que la Educación y la Sanidad deberían ser intocables.... Todos esperamos que les toque a otros, pero está claro que nos tocará a todos. Sino los recortes, sí las subidas de las tasas y los impuestos. Mi hija me decía que le pidiera a los Reyes dinero y si el 22 de diciembre, deciden que no fuí lo bastante buena y no me lo traen, les pediré un juego de magia para hacer más con menos. Tendré que hacer mis recortes para paliar las subidas del 58% en las tasas del comedor escolar, en la comida, en las previsibles y escandalosas subidas de la luz, del agua, de la gasolina...
Mejor me voy a meter en la burbuja navideña, me voy a abstraer de la realidad y voy a disfrutar estas fechas. Las cuentas las dejo para Enero, que con la famosa cuesta se notarán menos.

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Estado de bienestar' ¿Para cuántos?

Todas las portadas de los periódicos digitales devuelven la imagen de un país sumido en una profunda crisis en él que algunos listos se están poniendo las botas.
Noticias como "Descartar que España vaya a entrar en recesión, los recortes en las Comunidades Autónomas, el paro del sector educativo, la situación insostenible de la sanidad en Cataluña..." son totalmente contradictorias con "las indemnizaciones de los consejeros de NCG, con que TV3 se lleve 1.900 millones en subvenciones, que el Senado (por Dios, que desaparezca ya) se gaste un millón en ordenadores..."
La visión de que en qué gastar los maltrechos ingresos del Estado varía en función de cada uno. Para la generalidad es una verguenza que unas Cajas en quiebra y sostenidas con ingresos estatales puedan afrontar pagos de indemnizaciones pactadas. Entre los que pensamos eso, se encuentran el Gobierno y la Xunta, todos los partidos en general. Y en el caso de Galicia me parece sangrante que los mismos que reprueban a los consejeros de NCG y que "exigen" la devolución de las indemnizaciones, sean los mismos que aprobaron cobrar el plus de los altos cargos y tras años exigiendo que lo quiten, sea en lo único que no recortan. Se recorta en interinos, en Sanidad, en Educación, se mete mano a los liberados sindicales y se anuncian recortes en el parque movil y entre tanto recorte, ningún partido es capaz de secundar en el Parlamento gallego la iniciativa popular para que se acabe con este plus que afecta a unos cuantos políticos pero que supone una suma importante.
Para los políticos y ante la inminencia de las elecciones, el 20N, todos son promesas y soluciones. Los socialistas son más socialistas que nunca, atacarán a los ricos, a los mismos ricos a los que no controlaron en sus años de mandato y a los que permitieron que sus fortunas crecieran y crecieran. Porque no nos engañemos el dueño de Zara es más rico que antes de la crisis y el patrimonio de nuestros políticos no está nada mal. Los "otros" pues otro tanto de lo mismo, promesas y recortes.
La salida de la crisis no se ve cerca. La enorme bola generada por los intereses del endeudamiento comprometerá nuestro crecimiento y nuestro Estado de bienestar nunca volverá a ser el mismo. Todos pronostican recortes. Los escasos ingresos  no dan para tanto gasto y hay que priorizar.
Las alternativas son un tanto crueles, en la Sanidad Catalana o se recortan a la mitad las extras o se echa a un montón de interinos, gente que trabaja a tu lado y que necesita trabajar para vivir. Te quedas tú sin lo tuyo o le quitas el pan a otro.
Pero al final, España es un país de pícaros, de tonto el último, de salvese quien pueda, y los recortes en Sanidad o en Educación que padecemos la mayoría de los españoles, no importan a todos aquellos que tienen seguro privado e ingresos suficientes para costear la mejor educación para sus hijos al precio que sea. A los listos, estos recortes no les afectan y aunque incrementaran los impuestos a sus rentas, seguramente encontrarían reobecos legales para librarse de contribuir en lo que deberían.
¿Qué es mejor que paguen unos cuantos o que paguemos todos? Para el Estado está claro y al fin y al cabo la quiebra del Estado de bienestar sólo la sufrimos nosotros.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Entrenando para ser feliz

O luns ía eu nas berzas pensando en como organizar o fin de semana para coñecer ao novo membro da familia e en que podía facer que fora único, algo que lles quedara na memoria para sempre, como si non fora suficiente con que Martina aparecera no mundo, cando choquei cun coche que freou de súpeto. Bueno igual non foi de súpeto, menos mal que íamos a paso pulga e o outro coche non tivo nada. O meu tivo 414 € ou iso me dixeron porque ata hoxe non mo dan. Eu pensei que non era nada pero polo visto a miña nada saíume un pouco cara. Doeme tanto gastar os cartos no taller que o principio andaba todo o día con iso na cabeza, como si fora unha gran traxedia non poder mercar cousas este mes, cousas que non necesito e sabendo que na casa todos temos un montón de cousas sen estrear esperando a que volte o sol. A verdade é que son materialista, sempre digo que non quero que me toque un montón de cartos na lotería porque non quero que a miña vida (coa que realmente estou contenta) cambie e definitivamente os cartos cambian a xente. Non quero cambiar de sitio onde vivir, nin alonxarme dos meus amigos, nin que os meus fillos teñan todos os caprichos e se volten mais consentidos do que xa son...pero uns cantos millóns (de pesetas, claro), non estarían nada mal. Faría un viaxe, cancelaría a hipoteca, poría algo a prazo fixo para os estudos dos nenos, daríalle uns regaliños a familia e organizaría unha festa de cumpleanos por todo o alto, alugaría un local e sería tipo Mamma Mía....non serían necesarios retoques dixitais, todos con pelucas afro e pantalóns de campana. Estaría xenial, todos reunidos so para desfrutar dunhas risas. Soños por favor......................
Nese sentido encantame a miña filla, é u pouco pijilla pero é tan feliz que me namoro dela cada vez que me dí as súas toladas ou me bica ou se acurruca onda min. Saíume artista, gustalle pintar, bailar, cantar e é extremadamente sensible. Está facendo todo o que eu quixera ter feito de nena. Absorbe todo o mundo arredor como se fora unha esponxa desexante de saber. É tan inquieta que ata a mín me cansa, pero o mesmo tempo faime gracia. Eu entreno para ser feliz pero a ela saelle todo de xeito natural, tal como debía ser para todos os nenos. Aínda que coido que aparte das circunstancias, do lugar do mundo no que nos toca vivir, da familia, moita da súa predisposición para ser feliz brota da súa natureza, do mundo que ela soña e que para ela é o real, un mundo de música e pintura, un mundo onde todos son felices e o único importante é a beleza e os amigos. A miña Sara é como a nai de Facundo Cabral  "cando estaba por aprender viña a felicidade é a distraía". Sei que a felicidade construímola nos mesmos, e non quero que dependa de ninguén pero hoxe en día a miña felicidade ten moito que ver cos meus fillos e grazas a eles, non necesito outro tipo de vida, teño a que quero. E certo que non sempre, pero son muller e as mulleres nacemos para darlle voltas á cabeza e pensar en miles de cousas á vez, non todas poden ser boas, ¿non?

viernes, 18 de marzo de 2011

Neva en Xapón

Onte cando cheguei a casa non tiña luz. Subín polas escaleiras, abrín a porta e me puxen a facer a comida como se tal cousa. Pelei as patacas, corteinas, puxen a tixola ó lume e tras 1 minuto decateime que non ía. Pensei no idiota que era, claro, non había luz. Abrín a nevera e estaba apagada, pero collín un pouco de queixo e xamón e fixenme un bocadillo.
Pensei que se non viña a luz, estragaríase a comida, que os meus fillos non poderían ver un pouco a tele (o que por outro lado non lles viña mal), non se podería cociñar, nin lavar a roupa, nin secar o pelo... Semella que hoxe sen electricidade non podemos facer nada. E pensei en Xapón, como pode ser a vida cando o perdes todo. Coido que nestes momentos nas súas mentes cheas da dor polos seres perdidos e da incertidumbre da alarma nuclear, non están para pensar que non teñen luz, que non teñen alimentos, que moitos nin siquera teñen un teito para resgardarse.
Como fastidia ter que saír cando chove ou fai frío, e como se agradece chegar a casa e ter a calefacción. Vexo como en Xapón os equipos de emerxencía traballan baixo a neve, para recuperar corpos e tentar que algún aínda teña vida. Non poido deixar de sentir mágoa pola súa dor contida, din que é froito da educación e que sinten o dor hacia dentro, pero se me antolla imposible que nun corpo poida caber tanta dor. As imaxes devolvíanme unha muller que buscaba ao seu fillo entre escombros e non quería dar o seu nome, como se o facelo perdera a oportunidade de volvelo ver.
E en Xapón segue a nevar, coma se o noso mundo seguese a se derrubar. A crise global, o conflicto dos países árabes, todo parece lonxe...unha potencia mundial, un país rico estaba tamén tocado pola desgracia. Os xaponeses xa recompuxeron o seu país unha vez, tralas bombas nucleais na Segunda Guerra Mundial, pero ahora é a natureza a que lles ataca, como se hoxe en día, non todo fora culpa nosa, como se as plagas continuasen nun mundo onde todo parece saír mal.
Pero a esencia, o que nos permite remontar, o que realmente importa e que algún día o sol saíra e non nevará mais en Xapón. O seu pasado lles permitirá estar orgullosos de que xa no seu día recompuxeron un pobo roto, lembrarán a todos os que se inmolaron tentando parar o desastre, os 50 que sabían que as súas vidas comprometíanse coa súa loita por enfriar os reactores. Supoño que os xaponeses non teñen tempo para pensar niso, pensarán so en detelo sexa como sexa, para que moitos poidan ter un futuro, aínda que non sexan eles.
Nos queda a esperanza de que o consigan. Despois un pobo roto, unhas familias destrozadas, un país en ruinas, xente enferma, a crise económica que se agrabara tamén para nós... O noso mundo global chora hoxe por Xapón.

jueves, 10 de febrero de 2011

Esperando o 4 de marzo. 1ª parte

Levo días a pensar nunha única cousa: que pouco queda xa para o Entroido. Sinto como se a música galega empapara a miña alma para axudar a preparar ese fulión que se acerca.
Todos os que somos ou nos sentimos de Laza non podemos falar, pensar ou sentir noutra cousa. Non hai mais que botar unha ollada a ese mundo virtual que está cheo de fotos de entroidos pasados, de pandereiteiras, de referencias a ese son dos chocos co que me ferverá de novo o sangue cando chegue ese venres tan ansiado no que o lume mesturarase co son atroador dos bombos e dos chocos. Cando vexa de novo os peliqueiros, aínda que non leven o traxe ata o domingo, a paixón fai que o sexan todo o ano, pero mais cando percorren as rúas de xente enchida do orgullo de estaren un ano mais comezando o Entroido.
Con isto do mundo virtual, confirmamos a asistencia como se de algo formal se tratara, ou amosamos a mágoa de deixar de vivir uns días que todos sabemos serán merecedores de guardarse na nosa memoria.
O entroido para min é aproveitar o tempo, é vivir realmente. Neses días pouco importa que somos, que temos, o traballo, o día a día... Neses días o importante é botarse á rúa e gozar cos amigos, consumir o tempo rindo, bebendo, cantando, pasando frío ou calor, indo de casa en casa ou recibindo as visitas dos amigos, neses días o importante é estar ahí nese momento, sen pensar en nada mais. Quizais sexa como un pequeno parentese no ano, sen preocupacións, sen ter que pensar en nada mais.
Do Entroido gustame todo, comezando polo fulión no que o meu pobo sae á rúa para berrar que xa so quedan dous días para que comece. O sábado coa fariña, especialmente importante para os mais pequenos. Sempre co da fariña lembrome do Ardillas, eu baixaba á Picota coa miña bolsa de fariña e él falaba de canto cambiara todo, e de como tiraban cinxa  e que a fariña necesitabana para comer. Unha das mellores cousas do Entroido é a nosa xente, pero sobre todo a xente maior. Eles son os artifices de que o Entroido de Laza sexa tan importante, porque nos so tivemos que chegar, pornos roupa vella e saír a troulear, pero eles mantiverono cando os tempos non eran fáciles, cando tiñan que gastar todo o sueldo dun mes para alugar o traxe de peliqueiro. Coido que so pode entenderse a importancia dun peliqueiro parandose a escoitar os nosos maiores.
A miña nai, por exemplo, segundo moitos non é entroideira coma nos, pero eu penso que sí o é, doutra forma pero sen ela non poderíamos disfrutar tanto os demais. Bromeamos as veces co de Casa Benita, porque a miña nai encargase de que todo quen chegue teña comida para xantar, ela leva meses preparando os traxes de peliqueiro e é a que os viste e desviste. Se non estivera a esperar na casa a chegada dos que imos a xantar, non poderíamos estar tan a gusto, é certo comeriamos calquera cousa pero non sería o mesmo....