lunes, 26 de octubre de 2015

Ojalá fuera tan sencillo... Ojalá pudiéramos tener la libertad de hacer siempre lo que queremos y permitir que nuestros hijos cumplieran siempre sus sueños, pero sería un acto tan irresponsable como cortarles las alas para que puedan decidir que hacer con todo su tiempo libre.
Acabo de ver el corto "Bailemos". Me encantó. Una niña quiere ir a clase de baile y su padre le explica que no puede, que debe estudiar y hacer actividades que le aseguren un futuro mejor: un trabajo, bastante dinero, una jubilación... Realidades tan lejanas para una niña de 5 años que mira a su padre como si fuera un extraterrestre. Pero a esa edad, su padre es Dios y su palabra es la verdad, por lo que lo acepta. El padre se da cuenta de que el esfuerzo y el estudio no aseguran nada y el corto acaba con los dos bailando, entre frases " el dinero resuelve situaciones pero no da sentido a tu vida" "Hacer cosas que te apasionan puede abrirte una puerta" " Si tu vida no te permite cada día jugar, bailar, vivir.. cambia de vida".... Y son aplastantemente ciertas, y ojalá fueran siempre posibles.
Porque no lo son. Todos tenemos días llenos de obligaciones que nos apartan de lo que imaginábamos que sería nuestra vida, pero son actividades necesarias para conseguir otras metas.
Sería mucho más fácil dejar que nuestros hijos cumplieran sus deseos siempre, sin obligaciones, sin esfuerzo, sin estudio... Yo lo que deseo para mis hijos es que hagan lo que hagan, sean felices.Y seguramente para que puedan cumplir sus sueños, necesitarán hacer cosas que no les gustan. Con eso no se asegurarán nada, porque no es una ciencia exacta y no siempre el esfuerzo recibe su recompensa pero tengo la esperanza de que algún día así sea.
Ojalá