jueves, 28 de octubre de 2010

Los funcionarios y la crisis

Es casi un dogma de fe que todos los funcionarios son vagos, incompetentes e ineficaces. Este es el pensamiento habitual cuando lo único que preocupa es que nos tramiten tal o cual expediente, pero actualmente los funcionarios (que no los empleados públicos) sufren ataques continuos desde todos los frentes (trabajadores, empresarios, políticos) como si la crisis fuera causada por el funcionamiento de la administración y no por el desplome de la burbuja inmobiliaria y el fin del sueño en que todo nuestro mundo global estaba instalado.
Cuando vivíamos una ficción montada sobre el negocio inmobiliario y los arriesgados activos financieros de la banca, los funcionarios eramos los parias de una sociedad con sueldos desorbitados. Ahora somos los envidiados por tener un empleo fijo con él que se quiere acabar para que todos (en la pública y en la privada) estemos igual de jodidos. Y esta es la tónica de la naturaleza humana, no queremos compartir las ganancias pero sí socializar las pérdidas.
Vaya por delante que creo que la administración es ineficaz pero no porque sus trabajadores lo sean sino porque si debería tener criterios de empresa privada: racionalizar sus efectivos, tener cometidos bien delimitados y buscar la productividad de su personal. Las políticas de personal y ofertas de empleo llevan a la paradoja de que un funcionario consiga al aprobar una plaza pero eso no siempre va acompañado de carga de trabajo.
En la administración la étnia minoritaria somos los que llegamos por oposición, la forma más limpia de ingresar porque después tenemos a interinos, algunos de los cuales nunca se examinaron, eventuales nombrados por los políticos de turno, asistencias técnicas y laborales que asumen trabajos que corresponden a funcionarios y que al cabo de 2 años son integrados en una administración que es el cajón de sastre a quien todos critican pero al que todos quieren llegar. Realmente sobra gente, mucha gente. Porque cuando no eres empresario y no te va al bolsillo es fácil arreglarle el puesto a alguién que lo va a perder, como un interino al que van a ocupar la plaza, o una asistencia que ya no es necesaria. Y así el personal va aumentando y en la mitad de los servicios sobramos tres o cuatro. Se pretende flexibilizar la administración y que la gente pueda moverse a otros puestos más necesarios pero realmente lo ideal sería acabar con la externalización, la interinidad y poner a trabajar a todos los efectivos. Eso supondrá que disminuya el gasto de personal, pero supondrá un aumento del paro de personal sin experiencia en ámbitos ajenos a lo público. Consecuentemente se incrementará el gasto por prestaciones de desempleo y gastos sociales de estos nuevos no cotizantes. La crisis se agudizará y rondaremos un número de desempleados quizás cercano a los 5 millones. Un desempleo inasumible para ningún país.
Y la tan nombrada crisis seguirá, con o sin administración eficaz. Necesitamos generar empleos estables y crear nuevas empresas, porque la salida de opositar se está acabando. Consecuencia de la necesidad de ahorrar en personal no se esperan ofertas de empleo público y se amortizarán 9 de cada 10 plazas de los que se jubilen. Malos tiempos también para la pública.

jueves, 14 de octubre de 2010

O Morañas

O outro día chamabavos a atención o meu nome no blog. Ante a pregunta contestei "E que o Morañas era o meu abuelo".
O meu abuelo chamabase Manolo pero todos chamábanlle "o Morañas". É curioso como son as lembranzas. Eu o recordo que teño del, é de como era cando eu era nena, e por aquel entón, era alto e forte, levaba sempre unha boina negra e un caxato na man. E eu queríao sen esforzo. Seméllame imposible que puidera ser doutro modo, quizais tan só devolvíalle un pouco do moito que el me quería.
O meu abuelo tivo cinco fillos pero o que herdou o alcume foi o mais pequeno, o meu tío Paco. Del aprendín o importante que son os amigos e vivir a vida, porque se algo facía era disfrutar cada minuto. Gustaballe reunirse no bar, beber, cantar e queimar os cartos coma el dicía. A vida non foi xusta con alguén que a disfrutaba tanto. Cando morreu, eu dicía que iso aínda me daba mais ganas de consumir a vida, mentras tuveramos tempo. Pero el nunca habitará no olvido. Todos lembran ao Morañas, entroideiro e boa xente.
Agora o Morañas é  o meu irmán Genaro. Herdou o alcume dun xeito natural, como se lle pertencera de seu, e nun pobo coma o meu, caracterizado polo orgullo da raza, do Entroido e de ser peliqueiro, creo que non podía haber ninguén mellor. El entende o que realmente significa, sabe que os alcumes son aínda mais importantes que os nomes. Os nomes dannolos os nosos pais pero os alcumes veñen do pasado, da historia dos nosos. Para min é un orgullo ser a neta do Morañas, a filla da Benitiña e que algún día os meus fillos entendan de quen son e porque é tan importante sentirse e ser un Morañas.

viernes, 8 de octubre de 2010

LA UNICA LIBERTAD: Facundo Cabral

LA UNICA LIBERTAD: Facundo Cabral

"Es buena la 3ª edad, si viviste la 1ª y la 2ª"

Hoy descubrí a Facundo Cabral y gracias a ello, trás una semana marcada por el stress provocado por las contínuas actividades extraescolares de mis hijos, siento que sus pensamientos me devuelven  la consciencia de lo realmente importante: CONSUMIR LA VIDA, NO SOLO DEJARLA PASAR. Y esto tan obvio, en una semana en la que solo podría rescatar para mis recuerdos este descubrimiento, me resulta esencial.
La vida transcurre y las obligaciones que nos vamos creando, nos distraen de cumplir nuestros sueños. Hay que preparar a nuestros hijos para un futuro que preveemos incierto, hay que trabajar, que cuidarnos, que limpiar, que comer...son demasiadas cosas pequeñas que nos privan de tiempo, que nos hacen ir a contrarreloj y solo nos queda el sentimiento de estar siempre corriendo, sin tiempo para simplemente estar.
Dice Facundo Cabral que "Sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos que gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, porque la vida es aquí y ahora mismo". También le resta importancia a lo pasado, "Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder de ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante". A veces damos importancia a gestos, palabras, situaciones que nos hieren en nuestra relación con los demás, (yo pienso que en ocasiones ni siquiera reales), y esto nos aleja de las personas que queremos. Si fueramos seres más simples, si realmente sólo nos preocuparamos del instante, sin las limitaciones de lo ya pasado, quizás seríamos como Sara, la madre de Facundo "Nunca pudo aprender nada puesto que, cada vez que estaba por aprender, llegaba la felicidad y la distraía. Nunca usó agenda porque hacía sólo lo que amaba y eso, se lo recordaba el corazón. Se dedicó sólo a vivir y no le quedó tiempo para otra cosa". Así quisiera que fuera mi vida pero por desgracia no alcanzo a descubrir la felicidad en la cotidianeidad de mis días.
Quizás este sea mi verdadero problema, me encantaría pasar la vida cantando, bailando, estando con los amigos acompañados por el olor de un buen café, paseando en soledad acompañada de mi música o viendo jugar a mis hijos, pero esas pequeñas cosas que hay que hacer para poder vivir me alejan de lo que considero vivir. Porque como dice Facundo "Hemos aprendido a ganarnos la vida pero no a vivir, planeamos más pero logramos menos".
En la realidad actual sería una impertinencia no darme cuenta de la suerte que tengo, mis obligaciones me permiten disfrutar de días plenos, es cierto que no son todos los que me gustaría pero sí los suficientes para esperar tener una buena 3ª edad, porque realmente estoy en vivir la 2ª.