viernes, 25 de noviembre de 2011

Sol de otoño, frío de invierno

Ahora que los escaparates se llenan de nieve y dorado, del rojo de Papa Noel y de sabores navideños. Cuando comienzan las compras de detalles que no necesitamos y de juguetes que en meses pasarán al olvido. Mientras gasto un dinero que aún tengo, miro al exterior y luce un sol engañoso, un sol del próximo invierno que se avecina. Este sol nos alegra y el día luce luminoso, pero cuando estamos un poco de tiempo en el exterior se nota que no calienta como él de antes, y al final cogemos frío, el mismo frío que nos atenaza al intentar averiguar que recortes se avecinan. Esta vez todos esperamos no ser los elegidos. Los funcionarios nos conformamos con una injusta congelación, los parados con que los subsidios no se toquen, el Estado de bienestar con recordar que la Educación y la Sanidad deberían ser intocables.... Todos esperamos que les toque a otros, pero está claro que nos tocará a todos. Sino los recortes, sí las subidas de las tasas y los impuestos. Mi hija me decía que le pidiera a los Reyes dinero y si el 22 de diciembre, deciden que no fuí lo bastante buena y no me lo traen, les pediré un juego de magia para hacer más con menos. Tendré que hacer mis recortes para paliar las subidas del 58% en las tasas del comedor escolar, en la comida, en las previsibles y escandalosas subidas de la luz, del agua, de la gasolina...
Mejor me voy a meter en la burbuja navideña, me voy a abstraer de la realidad y voy a disfrutar estas fechas. Las cuentas las dejo para Enero, que con la famosa cuesta se notarán menos.

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